EL PUENTE DE WATERLOO

NOTITAS VOLADORAS


El Puente de Waterloo

Por tercera ocasión vi de nuevo "El puente de Waterloo"; la primera vez que disfruté tan romántico melodrama fue en el Teatro Morelos de Maravatío, entonces era muy niño y no pude apreciar muchos detalles de esta película de magnífica fotografía blanco y negro, en el marco de la Batalla de Inglaterra cuando la segunda guerra mundial.

La actuación de Robert Taylor es muy acorde a su estilo de galán seguro de si mismo y la bellísima Vivien Leigh se ve radiante en esta su primera aparición después de "Lo que el viento se llevó".

La acción se desenvuelve a la entrada sur de la estación "Waterloo Bridge" del metro londinense y como fondo, luce impresionante la cúpula de la catedral de San Pablo, en un magnífico lienzo de pintura escenográfica.

Todo se ve ordenado, pulcro, los transeúntes sobre el puente cruzan parsimoniosos el Támesis buscando la entrada de la estación, de repente se escuchan las bocinas que anuncian un bombardeo, la gente se agita pero no pierde su compostura y sin atropellarse comienza a bajar hacia los túneles convertidos en refugio de los ataques enemigos, se escucha el escuadrón de aviones que se aproxima arrojando las primeras bombas y se pierde por un momento la imagen en la pantalla, al volver, hombres y mujeres aparecen muy tranquilos en la confortable situación del improvisado refugio subterráneo.

La realidad fue muy diferente. Por ahí, en un libro muy apreciado, "London under London", pude ver fotografías que muestran el infierno en que se convirtieron los túneles del metro. En muchos tramos la red del drenaje de la ciudad corría sobre un nivel superior al del túnel, de tal forma que al fracturarse los tubos como consecuencia de las explosiones, expulsaban las aguas negras que de inmediato buscaban salida filtrándose directo a donde se guarnecía la población e inundaban los túneles a niveles superiores al tobillo de los refugiados y el hedor era tan insoportable que muchas personas preferían enfrentar en la superficie los peligros del bombardeo que entrar al refugio, 

<"Latrines overflowing into the corridor of a shelter. The worst aspect of the underground shelters was the smell; many people preferred to face bombs above than stench below">.

Esa es la historia. Vuelvo al presente y me olvido de la guerra y sus calamidades. Recorriendo el Tamésis río abajo, desembarqué en el muelle de la Torre de Londres y en seguida entré al soberbio conjunto de edificios de hace casi mil años que mi tocayo normando, Guillermo el Conquistador, ordenó construir después de su triunfo en Hastings.

Los custodios Beefeaters son amables y su colorido vestuario luce muy adecuado al legendario lugar cargado de historia. Por ahí topé con el fantasma del erudito Tomás Moro, que ahora es Santo; de un pasillo salió la inocente Ana Bolena, mamá de la primera reina Isabel y última Tudor y no podía dejar de ver a la casquivana Catalina Howard, ésta si merecedora de que Enrique VIII ordenara su ejecución después de haber sido su quinta esposa.

Salí muy contento, tomé mi barco hasta Greenwich y me bajé buscando un pub, que por bendición del divino Baco abundan, tomé una pinta de oscurísima Guinness y luego me metí a explorar los vericuetos del Clipper Cuty Sark, en el descanso de su dique seco.

Que tengan buen día y ya no les quito su tiempo.

memo.

P.S..- Dejo para otra plática los agarrones aéreos entre los diminutos caza Spitfire ingleses y los pequeños pero mortíferos Messerschmitt Bf 109, orgullo de la Luftwaffe y su comandante Hermann Wilhelm Göring. Vi documentales de esas batallas en el Noticiero Movietone que pasaba en el cine dominguero entre película y película. gaa.

Imagen: Waterloo Bridge: Sun through fog by Claude Monet 1903. National Gallery of Ottawa.

Copyright: The author died in 1926, so this work is in the public domain in its country of origin and other countries and areas where the copyright term is the author's life plus 80 years or fewer. 



Comentarios

  1. El Viernes, 10 de enero, 2014 0:15:06, Juan Morales escribió:
    Es sumamente agradable percibir la historia en diálogos tan fluidos, y si bien es una narración, se logra plenamente el coloquio con el lector, es una clara invitación a leer más.
    Muy buena historia, quedaré en espera de un tarro de esa obscura y sobre todo, de la nutritiva plática.

    El Jueves, 9 de enero, 2014 20:30:14, Guillermo Aranda escribió:
    NOTITAS VOLADORAS: El Puente de Waterloo

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