PACTOS CON DON DIABLO


NOTITAS  VOLADORAS
                                           Pactos con don Diablo  (xi)
Estoy convencido que los pactos con don Diablo pasaron de moda y tal vez ello se deba a que no obstante las maravillas técnicas de la comunicación, es muy difícil formalizar una cita de negocios con el Maligno, de lo contrario, media humanidad estaría seriamente comprometida con él.
No se si Anatole France lo conoció o simplemete fueron conjeturas de su erudición  cuando opinó que, contrario a las horrendas representaciones de los maestros pintores del pre renacimiento, el demonio, para ser digno enemigo del Altísimo, es un individuo muy distinguido, de rostro agradable de finas facciones y espigado cuerpo atlético, flexible, de cadenciosos movimientos y que además no tiene rabo con punta de flecha. Gusta de vestir muy correctamente con ropa fina y usar relojes, joyas y otros accesorios de marcas renombradas entre la gente elegante.
Don Diablo es un calificado sibarita que sentado a la mesa sabe ordenar los más refinados platillos y las bebidas apropiadas para su correcto acompañamiento; sus modales son suaves y muestra una habilidad natural en el manejo de los cubiertos de plata que hacen resaltar sus bien cuidadas uñas acerinas.
Con estas observaciones tan interesantes, quizá Anatole France se refería a un íncubo, seductor de hermosas damas; aunque en honor a la verdad, yo preferiría tratar con un súcubo demoníaco en forma de bellísima mujer de irresistibles encantos con tez un poco más que bronceada. Sería grandioso que aceptara mis mermadas garantías y dijera: "Trato cerrado".
Ya me despido enviándoles un afectuoso abrazo. 
memo.

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